La CIENCIA Habla;
INFORME sobre la LEY de PERROS POTENCIALMENTE PELIGROSOS (Ley PPP) y Conclusiones. Por Dª Rosana
Álvarez Bueno Veterinaria especialista en Medicina del comportamiento Acredit.
AVEPA en Medicina del comportamiento Etolia (12 de Marzo de 2020)
La científica etóloga
Dª Rosana Álvarez Bueno a Petición de IADCRO, ha tenido la amabilidad de realizar un INFORME
actual en el día 12 de Marzo de 2020, para ser adjuntado al extenso Dossier de 15 archivos clasificados ya entregado por IADCRO al Director General de Bienestar Animal del Gobierno de España, el S.
D. Sergio Garcia Torres, en relación a la Ley de Perros Potencialmente
Peligrosos conocida
popularmente como la Ley PPP. Reivindicando una vez más en dicho INFORME, la
Tematica a cerca de “La no existencia
de razas caninas peligrosas ni potencialmente peligrosas y lo absurdo e
ineficaz de la ley ppp”, tematica que fue tratada igualmente en el PRIMER
CONGRESO INTERNACIONAL de IADCRO & FIAPBT (lo tienen en la parte inferior) realizado
en Madrid el año 2009, en donde Dª Rosana Álvarez Bueno asistió
como ponente exponiendo
exitosamente sus conocimientos bajo
la óptica de la ciencia.
Este INFORME sirve a su vez, como HOMENAJE al gran MAESTRO de la Ciencia de la etología, Don
Antonio Pozuelos (D.E.P.)
¡¡¡GRACIAS!!!
Mariano Peinado
IADCRO
& FIAPBT
https://www.facebook.com/FIAPBT
- http://www.fiapbt.net
- http://www.iadcro.com
http://www.iadcro.com/informacioncongreso.html
INFORME SOBRE LEY PERROS POTENCIALMENTE PELIGROSOS (Conclusiones)
Rosana Álvarez Bueno Veterinaria especialista en Medicina del comportamiento Acredit.
AVEPA en Medicina del comportamiento Etolia. Etología veterinaria www.etologiaveterinaria.net
info@etologiaveterinaria.net
Conclusiones
< La agresividad es una entidad muy compleja que
requiere de un abordaje llevado a cabo por diferentes especialistas formados y
actualizados en cuanto a su prevención, diagnóstico y tratamiento.
< Esta ley no tiene en cuenta este principio básico ni
tampoco la forma de prevenir, diagnosticar y tratar la agresividad de estos
animales ni de otros.
< Los perros PPP están estigmatizados y criminalizados
en tanto en cuanto no se les permite llevar una vida coherente con los
principios básicos de la prevención, diagnóstico y tratamiento de problemas de
comportamiento, y máxime de la agresividad.
< El test a llevar a cabo para el análisis de la
conducta dista mucho de ser adecuado y fiable, así como aplicable por un
facultativo veterinario.
< En caso de ser clasificado como PPP no se dictan
posibilidades de tratamiento o rehabilitación del estado emocional del animal.
< No se tiene en cuenta el análisis y el diagnóstico
individual del comportamiento, sino que este es clasificado arbitrariamente por
razas.
< En este sentido crea una alarma social innecesaria y
una falta de información veraz sobre el comportamiento de los animales
domésticos.
< Tras 20 años de la entrada en vigor de la ley,
podemos decir que no ha ayudado a reducir el número de ataques, ni el número de
víctimas mortales, ni la tipología de los ataques.
< Diferentes estudios realizados en varios países que
tienen o tenían leyes similares demuestran que no han tenido un efecto
positivo. Únicamente han conseguido estigmatizar a estas razas.
< Motivos por los que no han funcionado:
1. La ley no está basada en el conocimiento científico.
Los estudios epidemiológicos demuestran que los ataques de perros se producen
con mayor probabilidad entre las razas más populares (especialmente importantes
el pastor alemán, el cocker y los mestizos). Estos 1 ataques
suelen producirse con más frecuencia en entornos muy poblados (probablemente en
los que hay más interacciones entre personas y perros) y, lo que es más
importante, se producen con el propio perro de la familia, dentro de casa y sin
interaccionar directamente con el perro. Esto es muy importante, puesto que en
ningún momento la ley regula este tipo de mordeduras.
2. La ley no tiene en cuenta el principal grupo de riesgo
de sufrir mordeduras, los niños pequeños. Un niño tiene entre tres y cuatro
veces más probabilidades de ser mordido por un perro.
3. La ley no contempla puntos muy importantes a la hora
de que un perro se vuelva agresivo, como su educación, la manipulación durante
las primeras etapas de su vida o su estado de salud.
4. No tiene carácter preventivo. Algunas medidas
contempladas en la ley tienen como objeto evitar que el perro vuelva a morder,
pero no la primera vez que muerde.
5. La ley no propugna el diagnóstico ni el tratamiento,
solo la estigmatización.
Desde hace años, los colectivos veterinarios han
planteado un cambio de ley que tenga en cuenta todos los factores antes
mencionados:
*No centrarse en la raza como eje para evitar los
ataques, sino en el individuo.
*Debería incluir medidas para controlar y mejorar la cría
de cualquier perro.
*Prohibir el uso de técnicas de educación mediante
técnicas negativas.
*Implementar medidas formativas para niños y adultos para
que eviten las situaciones de más riesgo.
*Perseguir el intrusismo profesional que perpetúa
técnicas y teorías muy antiguas que fomentan la aparición de la agresividad.
*Establecer controles de salud rutinarios para los
perros.
En resumen, la agresividad canina es un problema complejo
y, como tal, para una ley que tenga como objetivo reducir el número de ataques,
requiere de un abordaje amplio y multidisciplinar basado en el conocimiento
científico. Por tanto, no tiene sentido clasificar a los perros como potencialmente
peligrosos por su raza, sino que son muchos factores los que hay que tener en
cuenta para afirmar que un perro lo es, como se ve reflejado en este documento.
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